Está poesía esta dedicada a una parte especial de mi corazón, a una mujer que siempre da y nunca pide nada ha cambio, que ama y sin reservas. Que siempre se sacrifica y nunca quiere nada, el amor de mi vida.
En San Valentín
prometí:
amor verdadero
el catorce de febrero,
diciendo:
- ¡Te quiero!
Con un poema de amor
y una flor,
ofrecí el corazón.
Con un beso
sellaron su amor,
(debajo de un árbol)
diciendo al unísono:
- ¡Te amo!
Por siempre unidos
enlazaron sus destinos
(debajo del roble elegido)
con amor sincero,
el catorce de febrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tú comentario, en el momento que se pueda invisible te contestará, gracias.
Un Saludo,
Invisible.