El requiebro de la luna

Descansa su mirada
en la linfa acristalada,
que desciende de la montaña
en el río encauzada.

Busca requebrada
la mirada perdida
en el agua cristalina,
pero no es correspondida.

Llora desconsolada,
por aquella mirada
aún no atesorada
y en el agua perdida.

Sueña ser querida
la luna enamorada,
buscando la mirada
en el agua acristalada.

Su reflejo en el agua
la mira desconsolada
al no afluir la mirada,
se siente desdichada.

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