Para que en el mundo tengamos personas ricas tienen que haber mucha más gente que pase hambre, que sean pobres.
Pero es curioso como la gente pobre se hace rica lo pronto que olvida de forma automática sus orígenes para subirse al tren de los más ricos, porque al final el reconocimiento de los demás y el poder es lo que todos anhelamos.
Porque la gente no tiene nada y de repente pasa a tenerlo todo, no se preocupan de aquellos que se encuentran en la misma situación de la que provienen, lo único importante es mantener su propio nivel de vida.
Por otra parte los ricos son despiadados, manipulan la realidad y transforman el mundo para mantener su poder.
Se unen a las buenas causas, usándolas como armas políticas para estar en las altas esferas, transforman la verdad y la mentira para confundir la opinión publica que es fácil de manipular. Lo único que tienen que hacer es desviar la atención a un echo trágico o por lo contrario a una crisis para salirse con la suya, porque da igual el partido político la única verdad irrefutable es que todos quieren el poder y lo que conlleva.
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