Caldo de pollo

INVISIBLES

Con una taza de caldo
caliento el aliento humeante
que corta el gélido aire,
mientras tirito
encogido de hombros
con los riñones doloridos
por el insoportable frío,
entumecido no puedo mover los dedos
ni articular palabra alguna,
sólo puedo chasquear los dientes
y esperar entrar en calor
con el caldo de pollo.

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