La monotonía agría el día
y sumerge en rutina las horas baldías
que se suceden hundiendo la ilusión
en un aletargado sueño,
domado y sedentario desgasta la energía
llena de apacibles e interminables
momentos ociosos
donde la esclavitud del hogar,
enjaula los planes
volviéndolos irrealizables.
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