no puedo comprar,
ni dulces, regalos o comida,
todo va mal y va empeorar.
La economía se derrumba,
las materias primas se disparan,
la navidad se ve empañada
por el malestar general.
Un día fui señora,
después a sirvienta pase,
para terminar en la marginalidad
durmiendo en la calle.
Duermo en un cajero,
me aseo en una estación,
pido en el metro
y como en el contenedor.
Antes era señora,
ahora soy marginal,
en la calle vivo,
es la pura realidad
de la crisis económica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tú comentario, en el momento que se pueda invisible te contestará, gracias.
Un Saludo,
Invisible.