Con melancolía nos recibe el día, lloroso y gris muestra lo apático del momento, que entristece las calles mostrando sus solitarias aceras.
Los tejados mojados ven expectantes el cielo encapotado con nubes grises ceniza no dejando pasar el sol, mientras la luz con dificultad atraviesa su manto.
El silencio casi sepulcral lo inunda todo, sólo los coches rompen la tranquilidad desoladora, para mostrar la realidad de lo cotidiano.
Los tejados mojados ven expectantes el cielo encapotado con nubes grises ceniza no dejando pasar el sol, mientras la luz con dificultad atraviesa su manto.
El silencio casi sepulcral lo inunda todo, sólo los coches rompen la tranquilidad desoladora, para mostrar la realidad de lo cotidiano.
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