La espera


La soledad del habitáculo era palpable en toda la estancia, donde los espacios en blanco mostraban la desnudez de las paredes y la frialdad de una casa deshabitada, dejando visible el desdén de su morador por la calidez de un hogar.

La escasez de mobiliario dejaba entrever las grietas del suelo carcomido por el transcurrir del tiempo, negro por la falta de mantenimiento, con insectos recorriendo toda la superficie.

La luz quedaba atrapada en la suciedad de la ventana, sólo algún rayo se atrevía a traspasar el cristal, iluminando tan sórdida habitación.

En el centro un anciano cansado y desnutrido, sentado en un viejo sillón derruido, mirando al techo con la mirada vacía. Esperando…

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