Te maltraté porque no te valoré,
supuse que no me querías
y me equivoqué,
pensé de forma errónea
y te fallé.
Me enfade sin motivo
cuando tenías razón
y no escuché al corazón,
sino que hice caso al ego,
perdiéndote.
Ahora es tarde
y el tiempo espiró,
aunque siempre nos queda
el recuerdo,
de un inmaduro amor
que nos rasgo el corazón
con verdes pensamientos.
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