Siento no haber vivido con plenitud
y escapar del destino,
huir del sacrificio,
rendirme a los designios
que eligieron el camino
el cual no tuve el valor de rectificar.
Miro el pasado ahora que carezco de presente
y veo todas las estupideces
que hice al no pensar,
fallos que no sirvieron para aprender
ofuscado por una mente obtusa,
influenciado por el presente.
Veo lo que pude ser
y lo que soy ahora a la vejez,
hundido por la resignación,
deseo el beso de la muerte
para que lleve con ella la vergüenza
de un hombre inacabado.
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