Las vicisitudes de la vida configuran los poemas que convertirán nuestra vida en un poemario de sensaciones, un regalo para el intelecto, vitaminas para la razón, belleza para el corazón.
Cada día es un regalo,
cada persona una bendición
y cada sensación una señal de que estamos vivos,
todo ello nos enseña a interactuar con la vida
y apreciar lo que tenemos.
¡Carpen Diem!
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