Tiernos corazones
nobles intenciones,
de propósitos inocentes
y de amor sin restricciones.
Con buenas voluntades
y sin maldades,
aman los infantes
a sus padres.
Les peguen o castiguen,
les odien o les amen,
porque no tienen voluntades
sólo aman a sus padres.
Sin condiciones
entregan sus corazones,
idolatran sus progenitores
y emulan sus acciones.
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