Con ropita de encaje
la delicada criatura,
con carita de ángel
reluce de hermosura.
El delicado bebé
parece romperse,
con piel de leche
y manos de juguete.
Del cielo desciende
con carita brillante
y mirada limpia,
recibe el día.
Con risa inocente
y cara sonriente
embauca a los presentes,
con el momento trascendente.
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