El optimismo despierta la mañana
con una leve luz se cuela por la ventana
y con suavidad me da un evanescente beso en la cara
como cada madrugada,
el calor del sol alumbra la estancia
dando la bienvenida al nuevo día
que con alegría se abre como las flores,
mostrando la belleza que aguarda
con sutil efluvio las horas venideras.
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