La tinta seca en la pluma
agotada de ideas
llora desconsolada,
lagrimas negras
que no impregnan las hojas
desnutrida de caligrafía,
estériles de belleza
son sustituidas por letras de imprenta.
Artesanía manuscrita
en la intimidad de la discreción
y con paciencia reflexiva,
anticuada costumbre
relegada por las nuevas tecnologías
a simples formalismos legales,
metodología del medioevo
conservada por añoranza
en despachos y por la enseñanza.
Tinta seca en el papel
que se vuelve líquida
en los nuevos soportes,
escondida tras los cristales
llega distante,
fría y calculadora
convierte a la literatura
en archivos intercambiables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tú comentario, en el momento que se pueda invisible te contestará, gracias.
Un Saludo,
Invisible.